El profesor Jerónimo Fernández, a mediodía, vio una comadreja por el bosque del colegio y ¡¡¡ la pudo fotografiar!!!
Este simpático y pequeño cazador del tamaño de una rata, aunque con una piel rojiza y cola muy corta, es capaz de devorar a 500 de ellas al año. Es una pieza clave más para el control de la población de roedores.
Nuestro gran aliado, sin embargo, es víctima de primer orden del VENENO PARA RATAS, que usan las personas poco conocedoras del devastador efecto que están ocasionando en la biodiversidad y el equilibrio, del que nosotros mismos dependemos para sobrevivir como especie.
Por desgracia, aún se siguen vendiendo estos productos y hay personas que practican estas horrendas prácticas, por ignorancia. Se deben usar, en todo caso, trampas mecánicas para roedores y no veneno!!!
La presencia de esta comadreja y otros vertebrados carnívoros, como un juvenil de culebra de Montpelier (Malpolon monspessulanus) en una zona de trampas de gatos, son buenas señales del efecto que está teniendo el "Proyecto de los gatos asilvestrados en el bosque del colegio".
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